La presión sobre Microsoft para lanzar un parche de seguridad, fuera de sus ciclos de seguridad habituales los segundos martes de cada mes, que corrija una vulnerabilidad que los hackers han aprovechado para realizar ataques a los sistemas de Google, sigue creciendo después de que Francia se haya unido a Alemania y ambos países hayan pedido a sus ciudadanos que utilicen un navegador alternativo.
Microsoft admitió la semana pasada que el ataque a los sistemas de Google desvelados el martes fue causado por una vulnerabilidad en la versión seis de su navegador Internet Explorer. La compañía explicó que la vulnerabilidad existe como un puntero de referencia inválido dentro de Internet Explorer y que bajo ciertas condiciones se puede llegar a una ejecución remota de código.
El gobierno alemán fue el primero en pedir a sus usuarios que utilizaran navegadores alternativos a Internet Explorer y poco después le siguió Francia. Microsoft, que está evitando sacar un parche de seguridad fuera de su ciclos de actualizaciones habituales, ha pedido a los usuarios que actualicen a la última versión del navegador, que no parece verse afectada por la vulnerabilidad.
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