La intención es que todas las personas sordas puedan acceder a YouTube con los mismos derechos que las demás, gracias a una nueva función de transcripción automática. En los próximos días podríamos verla ya activada.
Los subtítulos automáticos ahorrarán mucho trabajo humano y darán inmediatez al servicio. Como era de esperar, la compañía ya ha alertado que las transcripciones no serán perfectas pero que se pulirán con el paso del tiempo y el análisis de los resultados obtenidos durante este período de prueba que comenzará en breve. Al principio funcionará con los vídeos que dispongan de locuciones en inglés, aunque se espera que en los próximos diez meses (ojo al dato) las transcripciones pasen por un proceso de traducción en varios idiomas. Lo que convertirá a YouTube en una herramienta plurilingüe y de alcance universal.
Cabe puntualizar que los textos no quedarán abandonados. Los dueños de los vídeos podrán revisar periódicamente los textos y retocarlos o corregirlos en caso de que lo estimen necesario. Pero esto no es todo. Google todavía guarda en la recámara un proyecto no menos ambicioso. Su voluntad por hacer de Internet una herramienta global le ha llevado a plantearse la traducción de todos los contenidos que existen en la red a buena parte de los idiomas más importantes del mundo. La cosa suena bien, pero sin duda traerá de cabeza al equipo Google. Habrá que seguir aquí, para comprobarlo.
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