.: Massó i Cartagena, Jaume .: Torres Saura, Marc .: Valenzuela Díaz-Moreno, Ana - Institut Cartogràfic de Catalunya -
El uso de la geoinformación, reservado tradicionalmente al mundo geográfico, se ha extendido al conjunto de la sociedad. La conjunción de internet, los SIG y la telefonía móvil, están evolucionando y popularizando el conjunto de la información geográfica. Una tecnología accesible así como una enorme oferta de productos orientados al posicionamiento online están cambiando las reglas del juego.
Acceder a un mapa topográfico durante la década de los 80, para la realización de un trabajo universitario, era toda una odisea. La aventura empezaba con la solicitud del catedrático para ir al cuartel militar correspondiente. Una vez allí había de presentarse al soldado de guardia, del soldado al sargento y del sargento a la tienda dónde estaban los custodiados mapas, a escala 1:50 000, del Servicio Geográfico del Ejército.
Desde entonces, por suerte, los mapas y la información geográfica en general han evolucionado considerablemente: en concepto, en volumen y en accesibilidad. El objetivo de éste texto es constatar esta evolución y describir su estado a día de hoy.
En esencia, el concepto geoinformación de hoy es el mismo que ya se representaba en los mapas temáticos convencionales, pero con todo el valor añadido aportado por los avances tecnológicos de finales del siglo XX y principios del XXI: Internet, GPS, Sistemas de Información Geográfica, telefonía móvil, etc. De hecho, todo este conjunto de tecnologías ya existían hace 10 años, pero es ahora cuando llegan al nivel de madurez y coste que permiten la rápida generalización de su uso. Como un todo indisociable, tecnología y usuario llegan a este estado maduro que permite el conjunto de hechos, conceptos y aplicaciones que seguidamente se exponen.
El gran paso en la ‘democratización’ del conjunto de la información geográfica lo dan algunas instituciones cartográficas (I.C.) entrando al siglo XXI. Siguiendo el ejemplo del USGS (U.S. Geological Survey) algunos organismos europeos empiezan a difundir su cartografía de manera gratuita para el usuario particular, desde sus páginas web. El Institut Cartogràfic de Catalunya da este paso en el periodo 2004-2005. El acceso a la información ya no se ve como un privilegio de uso reservado, sino como una inversión directa de la administración en la creación de riqueza y de conocimiento. Laaccesibilidad, junto con la interoperabilidad (intercambio entre procesos o datos de sistemas heterogéneos) y la subsidiariedad (la geoinformación es generada por quién la tiene más cerca y supuestamente mejor la conoce) son las claves en la evolución del mundo de la geoinformación.
IDEC, infraestructura de datos espaciales de catalunya.
La distribución de los productos cartográficos desde las I.C. ha favorecido la expansión de los servicios WMS que, a petición de softwares geográficos o SIG, permiten el acceso a la diferente cartografía o información geográfica, contenida en los servidores de estas instituciones, a demanda del usuario. Las llamadas IDEs (Infraestructura de Datos Espaciales) han sido la vía de distribución masiva de estos datos.
Las IDEs están integradas por un conjunto de aplicaciones y tecnologías (servidores y catálogos) que permiten utilizar y distribuir la información geográfica. Se rigen por el principio de interoperabilidad, es decir, compartir y posibilitar el intercambio de información. En el sentido más básico del concepto, el acceso a una IDE se realiza desde una página web donde se permite visualizar cartografía a través de servicios WMS proporcionados por diferentes instituciones. Éstas pueden ser estrictamente cartográficas (I.C.) o bien con alguna relación territorial: cadastro, urbanismo, etc. La información que desde una IDE se distribuye no solamente es cartográfica, abarca también otro tipo de información georeferenciable y sus indisociables metadatos.
Mientras la línea evolutiva descrita avanza desde el mundo de las I.C., irrumpe en el escenario Google, primero con su servicio Google Maps (febrero de 2005) y posteriormente con su globo virtual Google Earth (junio de 2005). La aparición de estas dos aplicaciones en el mundo cartográfico ha sido y son revolucionarias en el mundo de la cartografía y la geoinformación.
Google Maps es un enorme repositorio mundial de cartografía de volumen impensable hace unos años. Lo más destacado de Google Maps ha sido la posibilidad de utilizar cartografía dentro de las páginas web de cualquier usuario o empresa, permitiendo así la fácil georeferenciación de todo tipo de información sobre una base cartográfica global y de calidad suficiente.
Google Maps
El globo virtual Google Earth es un visor cartográfico 3D de uso intuitivo, sencillo e innovador. Su evolución ha sido rápida y cada vez ha ido incorporando nuevas funcionalidades y nueva información georeferenciada. Así, la integración de capas de información como el conocimiento enciclopédico de Wikipedia, la información variada de la capa denominada web geográfica, etc. hacen de este programa un enorme repositorio de datos de geoinformación.
Google Earth
Pero Google Earth no se queda aquí: edificios 3D , modelo oceánico 3D, la posibilidad de utilizar como simulador de vuelo, la barra temporal que nos permite recuperar cartografía histórica, el Street View (fotografías esféricas georeferenciadas), etc. hacen de la aplicación un lugar en constate crecimiento en cuanto a las posibilidades y en cuanto al volumen de datos georeferenciados. Google Earth ha ido incorporando geoinformación aportada por los usuarios desde otras aplicaciones de Google como son, por ejemplo, las fotografías de Panoramio , que ya se cuentan por millones.
Gas Buddy, Geoportal con el precio de la gasolina en EUA.
Tanto Google Maps como Google Earth dan la posibilidad de incorporar sus funcionalidades y datos a una página web particular. Esto ha favorecido en gran medida el rápido desarrollo de los geoportales que, utilizando estas herramientas y datos de Google, o bien los aportados por las I.C., han proliferado aportando la variable locacional a la información propia de cada web. Como ejemplo de geoportal en Catalunya podemos citar el Hipermapa . Algunos geoportales permiten el acceso a su información referenciada en tiempo casi real o diferido pero con actualización constate de los datos, por ejemplo la página web Gas Buddy que nos informa del precio de la gasolina en los Estados Unidos.
Wikiloc
Un paso más en la evolución de los geoportales ha sido el concepto mashup . Un mashup (mezcla) es una aplicación web que utiliza recursos de diferentes fuentes para crear un servicio concreto, permitiendo que cualquier usuario pueda combinar información que existe en diferentes páginas web. La utilización de mashups es un concepto de la web 2.0 dónde los usuarios crean, participan y interactúan activamente. Google Maps se ha significado como un buen compañero de mashup ya que ha facilitado enormemente la posibilidad de mostrar en diferentes páginas web información georeferenciada. Un buen ejemplo de mashup con Google Maps es Wikiloc. Cabe destacar también Gaiagi un mashup que integra los servicios de Google Maps, Google Earth, Street View y las fotografías oblicuas de Virtual Earth (Bing).
Mientras Google nos sigue sorprendiendo, Bing de Microsoft no quiere quedarse atrás, y consciente de su segunda posición entre los grandes en el tema de la geoinformación, innova para no perder el enorme potencial del mercado que hay detrás de este mundo. Así, hay que nombrar las fotografías oblicuas de Bing y el Streetside, competidor en calidad (que no en cantidad todavía) de Google Street Maps.
Google Street View
Streetside de Microsoft
Un aspecto importante a remarcar, citado anteriormente, es el trabajo colaborativo (crowdsourcing). El crowdsourcing se nutre del trabajo participativo de grandes masas de voluntarios . El escenario tecnológico anteriormente descrito ha permitido la consolidación de tres propuestas de cartografía colaborativa dónde los usuarios son los que crean, editan y actualizan los mapas. Destacamos: Google Map Maker, Wikimapia y, finalmente, el proyecto Open Street Map (OSM).
Openstreetmap
En estos proyectos los mapas se crean utilizando información geográfica capturada con dispositivos GPS móviles, ortofotografías y otras fuentes libres. Esta cartografía, tanto las imágenes creadas como los datos vectoriales almacenados en su base de datos, se distribuyen normalmente bajo licencia Creative Commons.
Open Street Map es un ejemplo de cartografía colaborativa (people as sensors) creado en 2004 y que actualmente tiene unos 250.000 usuarios registrados. Estos pueden utilizar información geográfica capturada por los dispositivos GPS, crear y corregir datos vectoriales, etc. Las herramientas que utilizan para editar han sido creadas por la misma comunidad y se calcula que, mensualmente, cerca de 11.000 usuarios realizan alguna edición en la base de datos y se añaden unos 25.000km nuevos de carreteras y caminos.
La comunidad OSM sorprendió a todos después del terremoto de Haití. Una vez conocida la noticia actualizaron y completaron en 10 días la cartografía alrededor de Port-au-Prince.
La cartografía realizada mediante crowdsourcing va adquiriendo fuerza día a día. Su capacidad productiva ha quedado demostrada en todo el mundo, especialmente en el terremoto de Haití, y sus estándares de calidad no están muy lejos de los de las I.C. según concluye el estudio How good is Volunteered Geographical Information? A comparative study of OpenStreetMap and Ordnance Survey datasets . En contra de la cartografía realizada de manera colaborativa se alegan aspectos de calidad, ya que se realiza por una masa heterogénea. A favor, la rápida capacidad de actualización de los mapas. Así, la valoración final dependerá de las necesidades del usuario. En todo caso, hará falta seguir sus pasos para ver a dónde pueden llegar estas comunidades.
Algunas I.C. se han dado cuenta del enorme potencial de esta masa de usuarios y han creado herramientas en sus páginas web que permiten a los usuarios reportar errores o faltas en la actualización de la cartografía. De especial consideración es la página web Swisstopo Revision Service.
Hablar de cartografía realizada mediante crowdsourcing lleva, inevitablemente, a hablar de software colaborativo y de software libre. La importancia de éste en el mundo ‘geo’ es cada día mayor. Diferentes comunidades trabajan en la elaboración de software gratuito de calidad que abarca el conjunto de ámbitos referentes al software geográfico. De este modo encontramos: bases de datos (PostGIS, MySQL), servidores de mapas (UMN Mapserver, Geoserver) y clientes GIS de escritorio (GVsig, GRASS) que permiten almacenar, publicar en internet, editar y analizar todo tipo de datos geográficos. La comunidad que engloba mayoritariamente los actores de este campo FOSS4G realizará este septiembre su encuentro anual en Barcelona.
Está claro que dentro del mundo de la información geográfica el software libre y losdatos libres son dos elementos que interactúan y se retroalimentan, provocando así su rápida expansión. El debate entorno si los datos que se generan desde la administración tienen que ser libres no es nuevo. Si es cierto que, a corriente del denominado ‘efecto Obama’, se ha avivado la discusión y también los hechos.
El Instituto de Estadística de Catalunya (Idescat), el 23 de febrero de 2010, modificó su aviso legal con el objetivo de facilitar la reutilización de su producción estadística. Por ello, actualmente la información se genera bajo licencia Creative Commons, que permite la copia, distribución y comunicación pública de los datos, así como la creación de obras derivadas, incluso con finalidad comercial. De manera similar, el Banco Mundial, el 20 de abril de 2010, anunció el libre acceso a más de 2.000 indicadores sobre financiación, negocios, salud, economía y desarrollo humano que hasta ahora solamente eran accesibles para los subscriptores de pago. Parece ser que se va arraigando la idea de que el acceso libre de los datos públicos genera valor, riqueza, transparencia e interoperabilidad entre las administraciones.
Otro aspecto que revoluciona este mundo hoy en día es la telefonía móvil. Desde hace prácticamente 10 años el futuro en este sentido estaba escrito: los teléfonos móviles con GPS, las aplicaciones cartográficas móviles y los servicios LBS parecía que tenían que ser de uso generalizado en un breve espacio de tiempo. Lo cierto es que hasta hoy en día ha sido de forma puntual para profesionales de ciertos campos o gente interesada en estos temas. Hoy, finalmente, se va generalizando su uso gracias a la maduración de la tecnología, al abaratamiento de las tarifas telefónicas y la difusión de las posibilidades de este mundo al público general.
Iphone
En junio de 2007 Apple lanzó al mercado el Iphone, uno de los primeros teléfonos móviles tecnológicamente maduros y con capacidad para cubrir los requisitos necesarios para las aplicaciones móviles referentes a la geolocalización y a la geoinformación. A parte de ser un teléfono de altas prestaciones (con GPS integrado, cámara, pantalla táctil, posibilidad de geoetiquetado de fotografías y videos, etc) el Iphone da la posibilidad de conectarse, mediante el software Itunes, a los servidores de aplicaciones de Apple, dónde podemos descargar miles de programas de todo tipo y, por supuesto, centenares de aplicaciones referentes al mundo de la localización y de la geoinformación. Para poner un ejemplo conocido, existen las versiones para Iphone de Google Maps y Google Earth . Apple Store ya cuenta con más de 185.000 aplicaciones para Iphone, el 25% de las cuales son gratuitas.
Motorola Milestone (Android)
El futuro de internet también pasa por la telefonía móvil y, como no podía ser de otra manera Google, viendo el enorme potencial del sector, compró en agosto de 2005 la empresa Android, que estaba trabajando en el sistema operativo del mismo nombre. En el sistema operativo Android la variable locacional es una de las claves y por tanto la geolocalización y la geoinformación cogen una enorme fuerza. La expansión del SO Android está siendo rápida, teléfonos móviles como el Nexus One (HTC+Google) o el Motorola Milestone han llegado ya al mercado. La creación de aplicaciones de todo tipo, pero especialmente relacionadas con el mundo de la geolocalización, para Android también va a ritmo creciente. Android market, página de descarga de referencia del SO, ya cuenta con más de 50.000 aplicaciones, el 59% de las cuales son gratuitas.
Iphone con Wikitude
Muchas de las aplicaciones que encontramos para Iphone están, y estarán, para teléfonos con SO Android. Google Maps y Google Earth son solamente dos del ámbito de la geolocalización/geoinformación, pero hay centenares, como por ejemplo las interesantes aplicaciones de realidad aumentada Wikitude y Layar.
La realidad aumentada es posible gracias a la incorporación en los teléfonos móviles de receptores GPS, acelerómetros, brújulas electrónicas y conexión rápida a internet y, principalmente, a la alta capacidad de los procesadores que incorporan.
La realidad aumentada aprovecha el conjunto de nuevos recursos de los teléfonos móviles de última generación para ofrecer una versión mejorada de la realidad. Sobre la imagen obtenida por la cámara, con la posición GPS y la orientación gracias a la brújula, podemos situar sobre la imagen información contextual a tiempo real. Así, si pasamos cerca de un monumento histórico podemos ver la información referente a este obtenida de la web de Wikipedia, desde una cima podemos visualizar el nombre de las montañas que tenemos en el horizonte o, dentro de una ciudad, podemos ver el nombre y dedicación de los diferentes establecimientos que hay a nuestro alrededor.
El conjunto de conceptos y tecnologías que en este artículo han ido apareciendo ya forman parte de lo que se denomina web 2.0, en tanto que interactivas y de aprovechamiento del conocimiento colectivo. Con todo, parece que el cambio de paradigma hacia el nuevo concepto web 3.0 que poco a poco se va perfilando, el componente geográfico de los datos será un aspecto imprescindible ya que abrirá nuevas posibilidades de interacción con el mundo local de cada persona, nuevos servicios y nuevas funcionalidades. La web 3.0 tendrá que ser semántica, de no ser así será imposible encontrar algo dentro de la cantidad inmensa de fuentes de datos y geodatos que hay a nuestro alcance.
Los hechos en el mundo de la geoinformación/geolocalización van a una velocidad de vértigo, cada día internet nos sorprende con una nueva iniciativa geográfica de Google (&friends), cada día decenas de nuevas geoaplicaciones para telefonía móvil, cada día un sorprendente geoproyecto de trabajo colaborativo, cada semana una interesante jornada referente a este mundo.
Una vez descrita la evolución hasta hoy en día y el estado actual del mundo de la cartografía y de la geoinformación, y al punto de finalizar este texto, se hace imprescindible poner en común las preguntas que los autores se hacen en referencia a la evolución futura del conjunto de los aspectos descritos: está claro que de forma general la ‘democratización’ de los datos geográficos tiene beneficios sociales, pero ¿cuáles son sus aspectos negativos? , ¿cuál será la relación entre las I.C. y las grandes compañías de internet, proveedoras de servicios cartográficos?, ¿cuál ha de ser el papel en el futuro próximo de las instituciones implicadas en estos aspectos? ¿han de ser los datos producidos por las I.C. libres? (¿totalmente o solamente a nivel de uso particular?), ¿llegará la cartografía colaborativa a trabajar la totalidad del territorio?, ¿con que calidad?, ¿cuál será la capacidad de las instituciones de adaptar sus datos a los nuevos requisitos de los usuarios y a las nuevas tecnologías?, ¿cómo hará evolucionar el mundo el boom, que finalmente se está produciendo, de los servicios LBS de la telefonía móvil?... … …
Las respuestas son abiertas, la reflexión necesaria.
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