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martes, 3 de agosto de 2010

Los dominios en Internet son un activo cada vez más valorado

Quedan pocos nombres por inventar en la Red y por eso crece el mercado secundario

En línea, cualquiera puede ser propietario de un dominio. Durante el primer trimestre de este año, se registraron 193 millones de dominios, según informa el registrador de dominios VeriSign. Lo único que se precisa es imaginación y un precio simbólico para vigilar los inmuebles en línea (una aldea galesa registró el nombre de una sola palabra más larga de todos, con el solo fin de jactarse de haberlo hecho). Pero hace años que se tomaron los buenos nombres, que son como los departamentos con vista al río de la Red, y así se impulsó el desarrollo de un mercado secundario para los dominios usados.

Las empresas con marcas registradas, en general, pueden hacer valer sus derechos frente a los dominios no genéricos. Este año, la cadena InterContinental Hotels recibió un laudo arbitral favorable referido al uso de 1542 dominios individuales. Así, el mercado se clasifica en dos categorías: los nombres económicos, como los sitios famosos que se escriben con errores de ortografía y que son buenos para un ingreso publicitario periódico, y las valiosísimas dotcoms, de las cuales se puede teclear el nombre, directamente, en la barra de navegación. Hace poco se vendió Slots.com por 5,5 millones de dólares.

Esos dominios, ¿pueden ser un activo alternativo, parecido al arte o a las monedas poco comunes? El volumen de mercado secundario que tienen Oversee.com en la actualidad suma 500 millones por año, y ciertamente confía en alentar la comparación. Este mes, se hará una licitación en Nueva York, en la cual los postores podrán competir contra sitios del estilo patents.com y stocks.com.

La media de los precios para los nombres .com, que es la partícula más conocida que representa el 40% de los dominios registrados, se elevó en un 25% el año pasado hasta llegar a los 510, según informa Sedo. Aparte de los casi 100 millones que, según se informó, pagó la joint venture SBC-BellSouth por las páginas amarillas en 2004, el precio más alto por un dominio ha subido constantemente, desde los 7,5 millones de dólares que se pagaron por business.com en 1999 hasta los 16 millones de dólares del año pasado por insure.com. Pero, mientras los motores de búsqueda sigan haciendo que la memoria de los seres humanos parezca obsoleta, el nombre que puedan tener los sitios se torna cada vez más irrelevante.

Traducción: María Eugenia García Mauro

http://www.cronista.com

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