Natalia Estefanía Botero | Medellín | Publicado el 11 de octubre de 2010
UNA PAREJA QUE vende en Mercadolibre.com y un bloguero que paga costos fijos de su sitio web con AdSense de Google, prueban que es posible monetizar las iniciativas web. Hay que ser disciplinados, mantener actualizado el espacio y evitar el fraude.
Tras un fracaso económico, de esos en los que hay que empezar de nuevo, hace 6 años, María Isabel Urquijo y su esposo, Juan Carlos Martínez, decidieron mirar hacia internet.
En aquella época, María Isabel era la única que trabajaba en el hogar, estaba embarazada y necesitaban desesperadamente dinero.
Decidieron vender en Mercadolibre.com una caja para meter discos duros. Publicaron el artículo con lujo de detalles y, de repente, les pidieron tres más, con las mismas especificaciones. Sin defraudar a su naciente clientela, consiguieron plata prestada, compraron las cajas y las vendieron.
Ella siguió en su trabajo y su esposo se quedó en casa con una labor nueva: mantener actualizado su perfil, que llamaron, desde el principio, Omnilíderes, responder las preguntas de los posibles compradores y coordinar la logística de envío.
Empezaron a despachar con regularidad componentes, periféricos y unidades de computación, sus predilectas, incluso a municipios remotos del país.
Todo el inventario, que no sobrepasaba los 300 artículos, lo mantenían en la casa. De pronto, encontraron una oportunidad en una debilidad de un fabricante conocido, que vendió portátiles con un defecto.
Decidieron buscar nuevos proveedores, en tierras tan lejanas, como China. Gracias a un préstamo bancario y la ayuda de sus padres, importaron un contenedor de unidades refrigerantes para aliviar el problema de calor. Las vendieron todas y con ello empezaron a escalar el negocio.
Cuide la reputación
En la actualidad, son famosos en la comunidad de compra y venta por internet, no tienen ninguna calificación negativa y sí un envidiable 97 por ciento de ventas posibles. Realizan, según divulgó Mercadolibre.com, alrededor de 350 operaciones mensuales.
El secreto, dice María Isabel, ha sido la constancia, pues no han abandonado el canal aún cuando han enfrentado dificultades. Ahora son una empresa constituida, que cumple con sus obligaciones y da empleo.
No todo es color de rosa. No es fácil lidiar con el tema de mantener en alto la reputación, en especial cuando "se tiene que atender a todo tipo de personas", explica.
A pesar de ello, persisten. Han trabajado en tener su reputación intacta, tienen olfato para saber qué necesita el comprador y nunca dejan de responder a quien pregunta.
"El comercio virtual no está muy difundido aún, la gente siente temor de comprar en internet; tienen miedo y creen que los van a tumbar. Eso ha cambiado poco a poco".
Lo que corroboran las cifras. En un reciente estudio (junio de 2010), de la firma Everis, Colombia presenta el indicador de ventas minoristas online más bajo de la región: 15 dólares por persona y año. Y el menor número de dominios de internet por cada 100 mil personas: tan solo 1.5.
A pesar de ello, Adolfo Cuenca Moral, gerente de Everis en Medellín, dice que los crecimientos en infraestructura y servicios podrían impulsar que se revierta la tendencia. "Todos quieren estar online, pero hay que impulsar que se utilicen más las TIC (Tecnología de Información y Comunicaciones) para hacer negocios".
En los primeros lugares
Juan Manuel Ramírez siempre supo que tenía un diamante en su mano. Hace más de 7 años creó el sitio www.viveibague.com , que funciona en la plataforma de Wordpress.
Al principio, funcionaron con el esquema clásico de vender publicidad de forma directa, que les daba muy buenos resultados. Como tenían un extenso árbol de contenido siempre estaban en los primeros lugares de los buscadores.
Un par de años después, cansados de hacerlo todo, es decir, actualizar los contenidos, vender publicidad y posicionar la web, decidieron delegar una parte del proceso y se apuntaron en el AdSense de Google, un programa gratuito que permite aumentar los ingresos mostrando los anuncios relevantes en el sitio.
Con este esquema, que reporta una entrada, cada dos meses, les permite pagar algunos costos fijos: el hosting, la renovación de la dirección anual y, eventualmente, algunos productos que desarrollan. En realidad, un cliente que pauta, en grande, es el que, les representa la ganancia, añade.
De acuerdo con estadísticas proporcionadas por Google, el 68 por ciento de los ingresos que genera AdSense se queda en los dueños de los sitios.
Catalina Arrigoni, del equipo de AdSense para Latinoamérica de Google, aclara que "nuestros programas publicitarios son independientes de nuestros resultados de búsqueda". Lo que quiere decir que, por estar en AdSense, se va a lograr el anhelado primer lugar en la consulta. Esto se trabaja con estrategias de SEO (Posicionamiento web). Ver más en la guía de Google: http://tinyurl.com/2crr2kf (dirección abreviada, cópiela en el explorador).
Juan Manuel cree que vivir de internet se debe a un proceso que se fundamenta en la credibilidad y esto se construye en el tiempo. Añade que les ha servido no adoptar la actitud de "dejarlo todo tirado" si hay dificultades. Se han recuperado, incluso, con rapidez, de un ataque informático; y saben que su larga vida depende de una disciplina básica: actualizar el sitio.
Con ello, creen que pueden convertir esta empresa web en un desarrollo que mueva la caja registradora.
En aquella época, María Isabel era la única que trabajaba en el hogar, estaba embarazada y necesitaban desesperadamente dinero.
Decidieron vender en Mercadolibre.com una caja para meter discos duros. Publicaron el artículo con lujo de detalles y, de repente, les pidieron tres más, con las mismas especificaciones. Sin defraudar a su naciente clientela, consiguieron plata prestada, compraron las cajas y las vendieron.
Ella siguió en su trabajo y su esposo se quedó en casa con una labor nueva: mantener actualizado su perfil, que llamaron, desde el principio, Omnilíderes, responder las preguntas de los posibles compradores y coordinar la logística de envío.
Empezaron a despachar con regularidad componentes, periféricos y unidades de computación, sus predilectas, incluso a municipios remotos del país.
Todo el inventario, que no sobrepasaba los 300 artículos, lo mantenían en la casa. De pronto, encontraron una oportunidad en una debilidad de un fabricante conocido, que vendió portátiles con un defecto.
Decidieron buscar nuevos proveedores, en tierras tan lejanas, como China. Gracias a un préstamo bancario y la ayuda de sus padres, importaron un contenedor de unidades refrigerantes para aliviar el problema de calor. Las vendieron todas y con ello empezaron a escalar el negocio.
Cuide la reputación
En la actualidad, son famosos en la comunidad de compra y venta por internet, no tienen ninguna calificación negativa y sí un envidiable 97 por ciento de ventas posibles. Realizan, según divulgó Mercadolibre.com, alrededor de 350 operaciones mensuales.
El secreto, dice María Isabel, ha sido la constancia, pues no han abandonado el canal aún cuando han enfrentado dificultades. Ahora son una empresa constituida, que cumple con sus obligaciones y da empleo.
No todo es color de rosa. No es fácil lidiar con el tema de mantener en alto la reputación, en especial cuando "se tiene que atender a todo tipo de personas", explica.
A pesar de ello, persisten. Han trabajado en tener su reputación intacta, tienen olfato para saber qué necesita el comprador y nunca dejan de responder a quien pregunta.
"El comercio virtual no está muy difundido aún, la gente siente temor de comprar en internet; tienen miedo y creen que los van a tumbar. Eso ha cambiado poco a poco".
Lo que corroboran las cifras. En un reciente estudio (junio de 2010), de la firma Everis, Colombia presenta el indicador de ventas minoristas online más bajo de la región: 15 dólares por persona y año. Y el menor número de dominios de internet por cada 100 mil personas: tan solo 1.5.
A pesar de ello, Adolfo Cuenca Moral, gerente de Everis en Medellín, dice que los crecimientos en infraestructura y servicios podrían impulsar que se revierta la tendencia. "Todos quieren estar online, pero hay que impulsar que se utilicen más las TIC (Tecnología de Información y Comunicaciones) para hacer negocios".
En los primeros lugares
Juan Manuel Ramírez siempre supo que tenía un diamante en su mano. Hace más de 7 años creó el sitio www.viveibague.com , que funciona en la plataforma de Wordpress.
Al principio, funcionaron con el esquema clásico de vender publicidad de forma directa, que les daba muy buenos resultados. Como tenían un extenso árbol de contenido siempre estaban en los primeros lugares de los buscadores.
Un par de años después, cansados de hacerlo todo, es decir, actualizar los contenidos, vender publicidad y posicionar la web, decidieron delegar una parte del proceso y se apuntaron en el AdSense de Google, un programa gratuito que permite aumentar los ingresos mostrando los anuncios relevantes en el sitio.
Con este esquema, que reporta una entrada, cada dos meses, les permite pagar algunos costos fijos: el hosting, la renovación de la dirección anual y, eventualmente, algunos productos que desarrollan. En realidad, un cliente que pauta, en grande, es el que, les representa la ganancia, añade.
De acuerdo con estadísticas proporcionadas por Google, el 68 por ciento de los ingresos que genera AdSense se queda en los dueños de los sitios.
Catalina Arrigoni, del equipo de AdSense para Latinoamérica de Google, aclara que "nuestros programas publicitarios son independientes de nuestros resultados de búsqueda". Lo que quiere decir que, por estar en AdSense, se va a lograr el anhelado primer lugar en la consulta. Esto se trabaja con estrategias de SEO (Posicionamiento web). Ver más en la guía de Google: http://tinyurl.com/2crr2kf (dirección abreviada, cópiela en el explorador).
Juan Manuel cree que vivir de internet se debe a un proceso que se fundamenta en la credibilidad y esto se construye en el tiempo. Añade que les ha servido no adoptar la actitud de "dejarlo todo tirado" si hay dificultades. Se han recuperado, incluso, con rapidez, de un ataque informático; y saben que su larga vida depende de una disciplina básica: actualizar el sitio.
Con ello, creen que pueden convertir esta empresa web en un desarrollo que mueva la caja registradora.
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