Azucena Zarzuela .- 14/08/2011
Las redes sociales y de comunicación no eran consideradas un problema por los Gobiernos, pero los recientes estallidos sociales de protesta en países como Inglaterra y Chile, han sentado en el banquillo de los acusados aFacebook, Twitter y el chat de BlackBerry por ser los polvorines que han encendido la mecha de los conflictos.
Ante la dimensión que han alcanzado los hechos, que se han cobrado vidas y pérdidas materiales millonarias, los Gobiernos comienzan a plantear maneras de vigilar, controlar y hasta prohibir este intercambio de información que “incita a las revueltas”.
En el caso de Inglaterra, donde las protestas se congregaron a través de servicios de chat de BlackBerry, el primer ministro, David Cameron, ha manifestado esta semana en una sesión especial del Parlamento británico: “Para nuestro país, llegó el momento de controlarse”. Por precaución busca fórmulas para impedir que las redes sociales sirvan de canal de comunicación en la organización de los desórdenes callejeros en Londres y otras ciudades, que están copando las páginas de los periódicos tras la muerte de Mark Duggan, de 29 años, a manos de la Policía.
“Los agentes me están siguiendo”, fue el último mensaje que Duggan escribió en su BlackBerry. Su epitafio se está convirtiendo ahora en la consigna que están siguiendo cientos de londinenses para salir a la calle. Esta vez, sin embargo, la revuelta no se propagó en la Red. Lo hizo en el BBM (BlackBerry Messenger). El chat no tiene coste alguno, es rápido y, sobre todo –aquí está el quid de la rebelión británica- tiene un sistema de codificación que no deja rastro y hace el trabajo muy difícil a la Policía.
“Estamos trabajando con la Policía, los servicios de inteligencia, el MI5, y la industria para ver si estaría bien frenar a la gente que usa estas webs y servicios cuando sabemos que están incitando a la violencia, al desorden y a la criminalidad”, ha llegado a decir el líder tory en la Cámara de los Comunes. La encargada de sentarse en la mesa de debate con representantes de Facebook, Twitter y RIM (Research in Motion, firma canadiense propietaria del modelo de móvil BlackBerry) será la ministra de Interior, Theresa May, según ha anunciado la BBC.
Las medidas podrían pasar por el cumplimiento de la llamada RIP (Regulation of Investigatory Powers), la ley británica que autoriza a los gobernantes a meter mano en las comunicaciones privadas.
El premier, desde la tribuna del Parlamento y tras escuchar las voces que piden el corte de los servicios de mensajería del móvil de nueva generación BlackBerry y las que defienden que la Policía debería tener la capacidad para cerrar Twitter o webs similares si saben que las están utilizando los alborotadores, ha respondido que las fuerzas de seguridad tienen que contar con el soporte “político” necesario para “mantener las calles seguras”.
En el caso de Chile, la Administración de Sebastián Piñera evalúa qué medidas sacar adelante para ejercer un control sobre las redes sociales, ya que las tachan de ser los motores y lugares de coordinación para las manifestaciones estudiantiles, en reclamo de una educación gratuita y de calidad, que se extendieron en todo el país.
Mientras, la Policía de Nueva York anuncia la creación de un departamento especial para vigilar las redes sociales capitaneado por Kevin O´Connor, un oficial especializado en delitos informáticos. El objetivo es rastrear los grupos que organicen movilizaciones masivas que puedan derivar en incidentes como los de Londres o Chile.
La censura en las bibliotecas
“Acceso denegado por política de contenidos. Usted está intentando acceder a contenidos no permitidos”. Este era el mensaje que hasta este viernes aparecía en la pantalla de los ordenadores de las bibliotecas públicas municipales de Madrid al introducir cualquier búsqueda vinculada al 15M.
El sistema no permitía entrar en www.tomalaplaza.net, el portal desde el que los ‘indignados’ informan de su calendario de actividades, como tampoco enwww.democraciarealya.es o www.tomalosbarrios.net. En definitiva, cualquier dominio que tuviera que ver con el Movimiento estaba vetado. Y es que para el Gobierno madrileño el 15M era un contenido “no permitido”.
Tras tener conocimiento del veto, los equipos informáticos del Ayuntamiento levantaron este viernes el cierre a los dominios. Después de abrir el acceso a las webs, a través de un comunicado oficial, admitió que el filtro instalado en la Red informática municipal incorporaba restricciones a grupos de “activismo” político que impedían realizar la consulta.
Diversos especialistas miran con atención a Facebook, Twitter y el chat de BlackBerry para estudiarlo como un fenómeno reciente que ayuda a la organización de masas. Sin embargo, ni las redes sociales ni los smartphones son la causa de los estallidos violentos, sólo son meros instrumentos de comunicación.
Frente a eslóganes como “Por medidas de seguridad”, “Para erradicar los disturbios”, “Por la seguridad de los ciudadanos”… que utilizan las autoridades para imponer y justificar el veto, los usuarios de las redes sociales empuñan la libertad de expresión y la libertad de información como armas con las que defender sus causas.
De hecho, muchos países de Occidente criticaron las restricciones del uso de Internet en países de Oriente Próximo como Egipto, Libia, Túnez o Yemen, donde las redes sociales también sirvieron para organizar revueltas y protestas antigubernamentales. Y es que el apagón en la Red en Egipto o Túnez no ayudó precisamente a calmar los ánimos de los que pedían el cambio. Pero eso era harina de otro costal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario