martes, 15 de noviembre de 2011
¿Puede China controlar la revolución de las redes sociales?
A primera vista, el templo de Longquan, que se encuentra a los pies de una montaña a las afueras de Pekín, se ve como un lugar atípico para buscar el mundo moderno.
Por más de 1.000 años, los monjes budistas han estado llevando a cabo complicados rituales en sus patios y en sus salones olorosos a incienso.
Pero el templo está encaminándose por una herramienta de alta tecnología: internet. El abad incluso tiene su propio microblog.
El microblogging, nanoblogging o los microblogs es un servicio que, en el marco de las redes sociales, les permite a los usuarios publicar mensajes de hasta 140 caracteres.
El maestro Xue Cheng es sólo una de las 200 millones de personas que tienen su propia cuenta en el portal de microblogs más popular de China, Weibo, un servicio que ofrece la compañía de internet Sina.
El portal ha liderado un cambio fundamental en la forma cómo la gente se comunica entre sí, pues le da la oportunidad de compartir información y decir lo que piensa.
Los microblogs incluso tienen el potencial de transformar a China y sus líderes lo saben.
Esa es la razón por la cual están debatiendo sobre cómo controlar esta revolución social.
"Abrazar lo nuevo"
El uso de microblogs ha aumentado en China en los últimos dos años. El acceso a Twitter está bloqueado, pero las alternativas en el gigante asiático están creciendo.
Como Twitter, cada mensaje está limitado a 140 caracteres. Sin embargo, los usuarios pueden decir mucho más gracias a la extensa variedad de símbolos chinos que lo que podemos expresar con las letras en inglés o en español.
Los sitios de microblogs chinos también les permiten a los usuarios adjuntar fotografías y documentos, con lo cual aumenta la posibilidad de diseminar información.
Los perfiles de las personas que usan este tipo de sitios web son muy variados: directores cinematográficos, atletas, presentadores de televisión y, por su puesto, gente normal y corriente.
Como en otras partes del mundo, ellos usan estos sitios para hablar de todo. En algunos casos pueden ser trivialidades, en otros casos no tanto.
El maestro Xue Cheng señaló que los microblogs muestran que los "budistas tienen la habilidad de aceptar cosas nuevas".
Su sitio es alimentado regularmente con noticias de eventos en Longquan y textos relacionados con sus creencias budistas.
"Una persona es feliz no porque posee muchas cosas, sino porque sólo le importan pocas cosas", fue una de las recientes publicaciones del monje.
Activistas
Los mensajes instantáneos que se extienden en los microblogs también les dan a los activistas chinos una nueva arma en su lucha contra el gobierno.
La información sobre protestas, peticiones y procedimientos gubernamentales vuelan por el ciberespacio a la velocidad de la luz.
La activista retirada Wang Lihong se dio cuenta del valor de la nueva forma de comunicación cuando la usó para conseguir adeptos para sus causas.
Wang, de 56 años, ayudó a personas con quejas contra el gobierno.
En septiembre, las autoridades la sentenciaron a nueve meses de prisión en una corte de Pekín por "causar disturbios".
Pero su mensaje es difícil de silenciar. Cuando era detenida, le dijo a su hijo, Qi Jianxiang, que la recordara en internet.
Su sentencia circulaba por internet incluso antes de que dejara el tribunal.
¿Para reflexionar?
Los chinos se han dado cuenta de que sus microblogs les han dado un nuevo poder para acceder a información y para expresar sus opiniones.
Se trata de una libertad que difícilmente han disfrutado en los 60 años desde que el Partido Comunista asumió el poder.
Usé mi propia cuenta en Weibo para preguntarle a la gente cómo los microblogs están cambiando a China.
La primera respuesta fue simplemente un ícono: una cara con una cinta adhesiva en forma de mordaza sobre una boca cerrada.
De vez en cuando, la mordaza se cae y permite que la boca se abra y hable.
Otra publicación dice: "Los microblogs significan que la gente se atreve a decir lo que piensa y puede hacerlo. Las cosas cambian cuando la gente empieza a decir la verdad".
Un hombre que entiende el poder de los microblogs es Lee Kai-Fu, el ex jefe de Google en China y autor de un libro sobre este fenómeno social.
Para él, los microblogs tienen el potencial de cambiar la forma en que China es gobernada y harán que, al menos, los líderes del Partido Comunista "reflexionen".
Eso es algo que, con certeza, están logrando.
A ellos les gusta controlar el flujo de información a través de los medios de comunicación tradicionales con el objetivo de influir en lo que la gente piensa. Es una de sus herramientas para mantenerse en el poder.
Control
Los mensajes instantáneos de los microblogs socavan este control.
En respuesta, el gobierno comenzó a censurar microblogs, como lo hace en otras partes de internet.
Así mismo, las autoridades comenzaron a establecer sus propios sitios en la web para dirigirse directamente al público.
Ahora, amenazan con castigar a aquellos que consideren están abusando del sistema.
Wang Chen, director de la Oficina Estatal de Información en Internet de China, dijo recientemente que los microblogs deberían "servirle a la sociedad" y que no deberían poner en riesgo la seguridad pública.
Tras una reunión, Zhou Yongkang, miembro del politburó del Partido Comunista, hizo una insinuación similar.
Pero cerrar o incluso limitar una herramienta social que tiene muchos seguidores no es una tarea fácil, incluso para una organización dedicada al control como el Partido Comunista.
Como dijera el hijo de Wang: "Los microblogs son como el aire acondicionado: una vez lo tienes, no sabes cómo sobrevivir sin él".
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