Autor: Lisandro Pardo
No es la primera vez que sucede, y no será la última, pero esta clase de eventos es tan poco frecuente, que prácticamente nos tomó por sorpresa. El pasado viernes, los servicios de Googleexperimentaron una interrupción total. Su desaparición virtual no duró más de cinco minutos, pero eso no evitó que el tráfico global en la Web cayera un 40 por ciento. ¿Queda alguna duda de lo que“es” Google hoy?
Y un día, Google se cayó. La contundencia del reloj nos dice que fueron apenas un par de minutos… pero se cayó. Gmail, Drive, Documents, Maps, Talk… todos ellos. El Google Dashboard quedó decorado con una columna llena de puntos rosados. Y así queda instalada la pregunta: ¿Qué pasó? ¿Algún error DNS de muy alto nivel? ¿Un barco se llevó por delante un cable submarino en el momento equivocado? ¿Salió mal un experimento con una licuadora en Mountain View? Es decir, conocemos bien la enorme infraestructura que tiene Google a su disposición. Los sistemas de redundancia son la regla y no la excepción. ¿Pero todos los servicios? Los informes publicados en el Dashboard caen directamente dentro de lo genérico, y no poseen ningún detalle técnico relevante. Aún así, imagino que varias docenas de móviles deben haber explotado durante la tarde del viernes en California.
De acuerdo al Dashboard, a las 15:51 (hora del Pacífico) del pasado viernes 16, entre el 50 y el 70 por ciento de las solicitudes a los servicios de Google fueron respondidas con un error, usualmente un 502. Once minutos después, todos los servicios habían sido restaurados. Definitivamente fue una respuesta rápida teniendo en cuenta la magnitud del problema, pero eso no es lo más llamativo. La firma GoSquared calculó el impacto de la interrupción sobre el nivel de pageviews en la Web, y los números son escalofriantes: El 40 por ciento del tráfico se desvaneció en el aire por un lapso de dos minutos. Siete minutos después, el “pozo” fue compensado por un pico de actividad, regresando luego a niveles normales.
Se calcula que la interrupción le costó a Google unos 500 mil dólares, una suma dentro de todo pequeña. Sin embargo, el incidente ha traído al frente una vez más el hecho de que se depende mucho de Google… tal vez demasiado. Por alguna razón, Mountain View ha mantenido un estricto silencio de radio en relación a lo sucedido, con todos sus portavoces repitiendo “no hay comentarios”, y entregando enlaces directos al Dashboard. Estamos atravesando una época muy sensible en cuanto a seguridad y privacidad, por lo que no estaría nada mal saber cuál fue la causa exacta.
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